Esta película poderosa y entretenida nos llama la atención a la intolerancia y despotismo, la necesidad por amor y comprensión mientras tiene tonos silenciosos de la muerte, alivio, la pérdida de la inocencia y la necesidad de escuchar más y gritar menos.
El fin de la película es una metáfora trágica y hermosa con los protagonistas jóvenes, sin defensa, confundidos por la imposibilidad de cosas nuevas, precisamente donde la isla termina físicamente y no existe más espacio para escapar de la intolerancia y la falta de la harmonía.
Responde a esta cita de
http://www.jrebelde.cu/2005/julio-septiembre/jul-24/afirmativa.html y critica el fin de la película Viva Cuba. http://www.walterlippmann.com/docs228.html